1. Modelo Lineal
Este modelo se basa en el principio de la
jerarquía y en el mantenimiento de la unidad de mando. Con ello se refuerza el
principio de autoridad y la estructura se orienta burocráticamente hacia el proceso
o al desarrollo piramidal (organización alta) de la misma, para el caso de
empresas de cierto tamaño. Es una forma aconsejable para empresas pequeñas y
medianas con explotaciones simples o con un sistema técnico poco sofisticado
técnicamente, dada su eficacia en la supervisión de las tareas y el control de
los resultados, aparte de ser una estructura de bajo coste de funcionamiento.
2. Modelo Funcional
Este modelo se apoya en la máxima
utilización de los especialistas funcionales en los niveles jerárquicos
principales. El objetivo es incrementar la productividad de la empresa gracias
a la especialización, por lo que a los puestos jerárquicos se les despoja de
cierta autoridad y responsabilidad en favor de dichos especialistas. Por lo
tanto, la estructura se aplana o se desarrolla en su base operativa.
Esta estructura fue propuesta por Taylor y
se caracteriza por eliminar el principio de la unidad de mando, ya que el
trabajador dependerá en la realización de sus tareas de cada uno de los
especialistas en cada fase productiva o función empresarial.
3. Modelo Adhocratico
Este modelo organizativo no tiene una
estructura definida, ya que su diseño puede adoptar diferentes formas, según
cuales sean las necesidades de respuesta a las tareas y objetivos a desarrollar.
Este modelo es difícil de representar con
un organigrama específico. Se basa en la aplicación de los principios del
equilibrio interno, siendo además importante su gestión orientada a los
objetivos y el énfasis en el trabajo en equipo, gracias a la motivación,
participación y comunicación entre sus miembros.
4. Modelo Lineo-Funcional
Este modelo organizativo no tiene una
estructura definida, ya que su diseño puede adoptar diferentes formas, según
cuales sean las necesidades de respuesta a las tareas y objetivos a
desarrollar.
Este modelo es difícil de representar con
un organigrama específico. Se basa en la aplicación de los principios del
equilibrio interno, siendo además importante su gestión orientada a los
objetivos y el énfasis en el trabajo en equipo, gracias a la motivación,
participación y comunicación entre sus miembros.
5. Modelo Divisional
Es un modelo bastante complejo y propio de
grandes empresas con un sistema técnico multiproducto y multi-mercado y en
donde la dirección y el poder de sus miembros representan el aspecto dominante
de su funcionamiento. También suele ser una estructura característica de las
empresas multinacionales.
6. Modelo Matricial
La estructura matricial establece dos o
tres fuentes de mando sobre la «base de operaciones», con el fin de
responsabilizar a los directivos de producto, proyecto, mercado o cliente de
sus objetivos y coordinar adecuadamente los distintos aspectos del flujo de
trabajo. Esto significa que, al menos, todo empleado tiene dos o tres jefes: el
gerente funcional, de carácter jerárquico, y el gerente de producto o proyecto
y, posiblemente, el gerente de mercado o cliente, según que se esté
contemplando un modelo de dos o tres dimensiones.
7. Modelo Colegial
Este Modelo suele ser una «estructura»
complementaria a los modelos anteriores, especialmente generalizada en los
clásicos modelos líneo-funcionales.
Los mayores inconvenientes de esta forma
estructural son: la tendencia a transigir y negociar entre los partícipes, una
cierta lentitud en la toma de decisiones en entornos dinámicos y una posible
falta de iniciativa en el papel de los directivos.







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